martes, 28 de diciembre de 2010

Dietas para perder peso para madres lactantes

Llevar adelante dietas para perder peso acumulado durante el embarazo no perjudica la salud de la mujer ni tiene una incidencia significativa en el desarrollo del niño.
Las mujeres que han tenido un parto reciente y están amamantando a sus chicos dudan en si someterse o no a una dieta para adelgazar. Todas quieren perder peso, seguir un régimen alimenticio que les permita eliminar los kilos sobrantes y recuperar la figura junto con el peso ideal, pero al mismo tiempo dudan sobre las consecuencias de una dieta baja en calorías que pueda significar en la salud de sus bebés.
En primer lugar, uno de los aspectos positivos que conlleva la lactancia para la mujer es que promueve la pérdida del peso ganado durante el período de gestación. Este proceso natural de adelgazamiento varía mucho de una mujer a otra y a veces no es suficiente para recuperar la figura. Por esta razón algunas madres lactantes necesitan disminuir el consumo de calorías en su alimentación. Lo importante es que no se excedan. Todo cambio drástico en la dieta repercute de alguna manera en el organismo. Lo aconsejable es comer de manera equilibrada y bajo la supervisión de un especialista.
Una mujer que está amamantando, tiene que considerar si desea realizar cualquiera de las dietas para perder peso que existen, que fundamentalmente debe comer frutas y verduras, que son las principales fuentes de vitaminas y minerales; también debe consumir carnes magras, lácteos bajos en grasas, huevos y cereales, y no suprimir radicalmente ningún grupo alimenticio, salvo que por alguna razón en particular lo determine el especialista.
Una mujer embarazada o lactante debe ser consciente de que alimentarse bien en cualquiera de estas etapas no significa comer en exceso; se trata de mantener un equilibrio racional.

Vitaminas y minerales
Durante el período de lactancia es importante que la madre controle el consumo de vitaminas y minerales, porque estos nutrientes son importantes para mantener su salud y favorecer el sano desarrollo de su bebé.
En la dieta de una lactante no deben faltar los alimentos que le proporcionan vitamina A: perejil, coliflor, espinacas, acelgas, zanahorias, pimientos, papas, yemas de huevo, queso e hígado; los que proporcionan vitamina B1: germen de trigo, frutos secos, avellanas, hortalizas de hojas verdes, arroz, cereales integrales y la piña fresca.
También es importante incluir en la alimentación diaria salmón, leche entera, hongos y hortalizas de hojas oscuras, porque son ricas en vitamina B9 (ácido fólico).
El consumo de cítricos, fresas, cebollas, ajos, pimientos, kiwis y papas suministra vitamina C.
La vitamina D es indispensable porque ayuda y facilita la fijación del calcio en los cartílagos que forman los huesos. Aceite de hígado de pescado, mantequilla, hígado de pollo y ternera, leche y huevos contienen esta vitamina.
Además se recomienda aumentar el consumo de vitamina E, vital para el crecimiento del niño, proporcionada por la soja, el germen de trigo, los cereales integrales, las espinacas y las semillas de sésamo.
Entre los minerales que se deben incluir en la alimentación se encuentran el calcio, que interviene en la formación ósea, el hierro, el yodo (relacionado con las hormonas tiroideas, que estimulan el crecimiento) y el zinc, que influye también en el crecimiento y en el desarrollo del sistema nervioso.
Como vemos, cualquier madre en la etapa de amamantamiento puede realizar dietas para perder peso, siempre y cuando mantenga un equilibrio e incluya la mayoría de los grupos alimenticios, y mucho mejor si las realiza bajo supervisión de un profesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario